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Accidentes más frecuentes que sufren los ciclistas

Son muchos los beneficios de usar la bicicleta para desplazamientos urbanos o uso recreativo, pero la convivencia con vehículos a motor también implica riesgos de accidentes. Vamos ver los más frecuentes y unos consejos para evitarlos.

Los numerosos beneficios de montar en bicicleta afectan a todos los órdenes de nuestra vida, tanto a nivel personal como social y medioambiental, por ser un medio de transporte no contaminante, económico, saludable e incluso más rápido que otros medios en el centro de las ciudades. Pero la integración de las bicicletas en el tráfico aún no está completamente resuelta y existe el riesgo de accidentes. Para reducir al mínimo posible este riesgo, lo mejor es conocer los accidentes más frecuentes que sufren los ciclistas, saber por qué se producen y cómo podemos evitarlos. Al final, también veremos qué hacer si te atropellan en bici.

¿Cuál es el accidente más frecuente que sufren los ciclistas?

La mayor causa de accidentes ciclistas en las vías urbanas y carreteras son los impactos y alcances por vehículos a motor, es decir, los atropellos, y también es muy frecuente el impacto contra las puertas de los vehículos que se abren al paso de los ciclistas. Analizaremos primero cómo se producen los accidentes y, después, veremos las medidas que podemos tomar los ciclistas para evitarlos.

1. Impacto fronto-lateral

Es el accidente de atropello a ciclistas más común. El vehículo impacta con el ciclista con la parte fronto-lateral al girar en la calzada o en cruces de vías convencionales con un carril bici, donde tiene preferencia el ciclista. Se produce cuando el ciclista circula en paralelo con el vehículo, normalmente a la derecha, aunque no siempre, y el conductor gira sin percatarse de su presencia, bien porque se sitúa en el ángulo muerto o punto ciego del espejo retrovisor, o porque el conductor hace la maniobra sin las precauciones debidas o por desconocimiento de las vías por las que circula. Los vehículos grandes, como camiones o autobuses son los que mayor ángulo muerto tienen en la visibilidad y, por su tamaño y radio de giro, el alcance puede llegar a producirse aun cuando el ciclista se pare, al darse cuenta del giro.

2. Impacto lateral en cruces

La colisión lateral se produce cuando uno de los dos vehículos no respeta la preferencia de paso del otro en los cruces o incluso en semáforos. Lo más habitual es que se deba a la falta de visibilidad en el cruce, a descuidos del conductor o a conductas imprudentes de uno de los dos. Como los ciclistas somos la parte más vulnerable, tenemos que extremar siempre las precauciones, como veremos en el apartado de medidas.

3. Atropellos en glorietas

Destacamos las glorietas con un apartado propio por la gran siniestralidad ciclista que se concentra en estas infraestructuras, en las que se dan los dos tipos de impactos citados hasta ahora. El impacto o atropello lateral suele ocurrir con vehículos que entran en la glorieta sin percatarse de la presencia de ciclistas, y el impacto fronto-lateral cuando los vehículos abandonan la glorieta, sin respetar la trayectoria de otros vehículos, como es el caso de los ciclistas, que ahora nos ocupan.

4. Impacto lateral en adelantamientos

Es otro de los accidentes ciclistas más frecuentes tanto en ciudad como en carretera, normalmente debido a que los vehículos no respetan la distancia mínima de 1,5 metros para adelantar a los ciclistas. Si no se respeta la distancia mínima en el adelantamiento a una bicicleta, un bache, un golpe de viento o cualquier otra circunstancia que modifique la trayectoria del ciclista, puede provocar el impacto. Incluso sin tocar al ciclista, las turbulencias del vehículo pueden provocar su caída.

5. Impacto contra la puerta abierta de un vehículo

Este accidente de bici se produce cuando los ciclistas circulan próximos a los coches aparcados y el conductor o los pasajeros abren repentinamente las puertas del vehículo. También puede ocurrir con coches que aparcan junto a carriles bici sin respetar la distancia de seguridad que siempre hay para evitar estos incidentes, provocando el impacto con el ciclista que circula por el carril. Cuando se producen negligencias de este tipo, es difícil prever el accidente, pero veremos cómo minimizar los riesgos.

6. Atropello por alcance

La colisión por alcance en el mismo sentido de la marcha, es el accidente más frecuente que sufren los ciclistas en las carreteras interurbanas y el que tiene consecuencias más letales. Y, aunque parezca extraño, se da con mucha frecuencia en vías convencionales rectas e intersecciones. En vías urbanas tiene poca incidencia. Los factores que lo suelen provocar son:

  • La falta de visibilidad.
  • El exceso de velocidad.
  • Falta de atención o descuidos del conductor.
  • El consumo de alcohol y drogas.

Es una de las principales causas de mortalidad y lesiones graves en ciclistas, y, aunque dependemos de factores externos, como la mayor o menor responsabilidad de los conductores, siempre podemos tomar medidas de prevención, como hacernos lo más visibles que sea posible, como veremos en el apartado de la visibilidad, e incluso usar los modernos radares que nos avisan de los vehículos que se aproximan y la velocidad que llevan.

7. Alcances de bicis contra coches

Con menos frecuencia que los citados hasta ahora, también hay accidentes de la bici contra un coche. En estos casos, es la bicicleta la que impacta con otros vehículos, y el alcance suele producirse:

  • Con coches parados, bien por falta de atención o despiste del ciclista, o porque están estacionados en lugares indebidos.
  • Con vehículos que frenan y con los que no llevamos la distancia de seguridad recomendable para la velocidad a la que circulamos detrás de ellos.

Los ciclistas también tenemos que respetar las normas de seguridad vial e ir siempre muy atentos. También hay multas al ciclista por un accidente y podemos sufrir las consecuencias legales de la responsabilidad civil e incluso penal, cuando seamos nosotros los responsables.

Un caso claro de esta responsabilidad, que afortunadamente suele ser anecdótico y no tener consecuencias para la integridad física de las personas, son los accidentes de bacas con bicis al pasar un puente o el gálibo de peajes y garajes.

¿Dónde se producen más accidentes de ciclistas?

En las vías urbanas, sobre todo en las grandes ciudades, donde la densidad del tráfico y la presencia de ciclistas es mucho mayor. Y, por razones evidentes, donde las calzadas son compartidas o los carriles bici no están segregados. Pero, aunque el porcentaje de los siniestros en carretera es mucho menor, en las vías interurbanas se concentran los accidentes más graves y el mayor número de fallecimientos de ciclistas. Por eso hay que extremar mucho más las precauciones.

¿Cuándo se producen más accidentes de ciclistas?

Son distintos los factores que inciden sobre la siniestralidad desde el punto de vista temporal:

  • En verano, aumenta considerablemente el número de personas que practican el ciclismo y, por una relación directa, se producen más accidentes que en invierno.
  • Durante los fines de semana de todo el año, por la misma razón, ocurren más siniestros que los días de diario. Sobre todo, en los fines de semana de verano y en las primeras horas del día, que registran muchos movimientos de vehículos que vuelven de fiestas y eventos nocturnos.
  • En carretera, durante el amanecer y el ocaso, se reduce la visibilidad y también es más fácil que se produzcan accidentes por alcances de vehículos.

¿Cómo evitar los accidentes ciclistas?

Aunque siempre vamos a tener un factor de incertidumbre debido a agentes externos, como en cualquier otra actividad que realicemos, podemos reducir drásticamente el riesgo de accidentes siguiendo las medidas y consejos que os vamos a dar.

¿Qué factores aumentan el peligro para los ciclistas? Pues los relativos a aspectos como la visibilidad, los hábitos de conducción o el cumplimiento de la normativa. Y son estos factores sobre los que vamos a actuar.

1. Hazte visible

Para evitar accidentes, lo primero que hay que conseguir es que el resto de los usuarios de las vías nos vean; sobre todo, los conductores de vehículos a motor. Y, para ello, tenemos que usar correctamente luces, catadióptricos y elementos reflectantes. Debemos cumplir, como mínimo, la normativa legal de cada país, para equiparnos nosotros y la bici con elementos de iluminación y visibilidad.

Concretamente, en España, para circular de noche (entre la salida y la puesta del sol), por túneles o cuando se reduzca la visibilidad por las condiciones meteorológicas o cualquier otro motivo, es obligatorio llevar:

  • Luz blanca de posición delantera.
  • Luz roja de posición trasera que, aunque el reglamento cita como fija, una directiva de la Dirección General de Tráfico permite llevar intermitente para aumentar la seguridad de los ciclistas.
  • Catadióptrico rojo trasero no triangular, aunque llevemos luz trasera, para mantener la visibilidad siempre.
  • Una prenda reflectante cuando circulemos por vías interurbanas. En vías urbanas no es obligatorio, salvo que la normativa del municipio sea más estricta, pero es muy recomendable en vías de tráfico compartidas. La prenda más recomendable es el chaleco, pero hay otros elementos reflectantes alternativos o complementarios.

Y, aunque no son obligatorios, también recomienda los elementos reflectantes amarillos en ruedas y pedales. En la siguiente infografía tenéis ilustrados los elementos de mayor visibilidad.

Visibilidad en bici

Nuestra recomendación es que utilicéis las luces en todos vuestros desplazamientos, de día y de noche, y que aumentéis la visibilidad usando colores claros en la ropa y los complementos, como casco y zapatillas.

En cuanto a las luces, profundizamos ampliamente en este otro artículo, en el que os explicamos Cómo elegir luces para ciclismo.

2. Controla el entorno y la seguridad pasiva

También es muy importante que controles el tráfico que te rodea, para saber qué están haciendo el resto de los vehículos. Los espejos retrovisores son muy útiles para circular por ciudad y carretera. Te permitirán hacer tus propias maniobras con seguridad y evitar potenciales situaciones de riesgo con otros vehículos. Y, en carretera, hay distintos modelos de radares que te avisan de los vehículos que se aproximan y a qué velocidad, para anticiparte a posibles riesgos y extremar las precauciones.

Luz y radar Garmin Varia RTL515

Por si, a pesar de todas nuestras precauciones, ocurre el accidente, podemos también tomar medidas de seguridad pasiva.

¿Qué lesiones son las de mayor importancia en los ciclistas accidentados? Sin duda, las lesiones de espalda, cuello y cabeza. Por tanto, todas las medidas de protección para estas partes del cuerpo serán una garantía de seguridad y han de ser coherentes con los riesgos que corramos. En el ciclismo de carretera y urbano no se usan protecciones para el cuerpo, como en el MTB, pero es inexcusable proteger nuestra cabeza con los cascos más seguros.

3. Respeta las normas

La bicicleta es un vehículo más y, por nuestra propia seguridad y para que nos respeten los conductores y el resto de usuarios de las vías, los ciclistas tenemos que cumplir también las normas de circulación en su integridad y especialmente la normativa vial para ciclistas. También estamos sometidos a las mismas limitaciones, como por ejemplo la conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas o el uso de auriculares, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos.

4. Elige carriles bici

Siempre que sean viables, intenta utilizar carriles bici o aceras bici, especialmente si están segregados de la calzada. Aunque la realidad es que no siempre se pueden utilizar. En muchas ocasiones, son impracticables, sobre todo, para bicis de carretera, o son utilizados por peatones, haciendo inseguro su uso. Si no hay posibilidad de circular por carriles específicos, intenta elegir las calles y calzadas con menos tráfico.

Carril bici segregado

5. Utiliza correctamente los carriles en cada tipo de vía

En vías interurbanas, los ciclistas estamos obligados a circular por el arcén, siempre que sea practicable. Y, si tenemos que ocupar la calzada, siempre lo más cerca de la derecha posible. Podemos circular en paralelo, en filas de dos ciclistas, salvo cuando no haya visibilidad (curvas, niebla, etc..) o cuando entorpezcamos gravemente la circulación. En autovías, podemos circular, si no hay señal de prohibición expresa, pero siempre por el arcén. En autopistas no pueden circular bicicletas nunca.

En las vías urbanas, la normativa es distinta y las recomendaciones con respecto al uso de los carriles son otras:

  • Conduce por el centro del carril y siempre por el que se encuentre más a la derecha. En ciudad no hay arcenes por los que circular, habitualmente, y no es obligatorio situarse a la derecha del carril por diversas razones de seguridad:

    • Si nos arrimamos a la derecha, podemos incitar a los coches a adelantarnos sin guardar la distancia de seguridad mínima, porque es físicamente imposible en la mayoría de los carriles urbanos, sobre todo si hay más de uno por sentido.
    • Si circulamos muy cerca de los vehículos aparcados, nos exponemos al riesgo de las puertas que se abren de repente o los coches que inician la marcha sin vernos. Podemos chocar con ellos, o exponernos al atropello de otros vehículos al esquivarlos.
    • Somos más visibles para otros vehículos al acercanos a los cruces si vamos por el centro del carril.
  • Podemos salir del carril de la derecha cuando haya más de un carril por sentido en estas situaciones:

    • Para girar a la izquierda.
    • Para adelantar a vehículos más lentos
  • Evita circular en medio de dos carriles, pues es la ubicación más peligrosa para un ciclista. Mantente en el centro de uno de los carriles, hasta que puedas cambiar al otro con seguridad.

En rotondas, tanto urbanas como interurbanas, circula como el resto de los vehículos, ocupando completamente el carril que corresponda, para evitar adelantamientos indebidos y ser más visible para los que se incorporan. Extrema las precauciones, pues son un punto negro para los ciclistas con una alto índice de siniestralidad. Te recomendamos que intentes establecer contacto visual con los conductores que se van a incorporar mirándoles a los ojos. Si ves que no te miran, piensa que pueden no haberte visto, aunque parezca difícil. Y, si no ves con claridad que está frenando, frena tú si hace falta. Siempre es mejor renunciar a la prioridad, que sufrir un atropello.

Si circuláis en grupo, cuando el primer ciclista se ha incorporado a la rotonda, el grupo entero tiene prioridad ante vehículos que lleguen en ese momento, como si fuera un solo vehículo. El primer ciclista, por supuesto, tiene que respetar las normas para entrar en la glorieta.

6. Señaliza las maniobras y conduce de forma predecible

Tenemos que evitar zigzagueos y maniobras bruscas que puedan sorprender a los conductores y, para avisar de nuestras maniobras, utilizaremos las señales manuales que recogen las normas de circulación y que son reconocidas internacionalmente. El brazo extendido indica un giro o inicio de la marcha en esa dirección. El brazo en ángulo recto, con la mano hacia arriba, indica un giro en la dirección opuesta. Y el brazo extendido, oscilando de arriba a abajo, se utiliza para avisar de que vamos a frenar.

Señales de las maniobras en bici (Revista Seguridad Vial)

7. Evita los ángulos muertos de los vehículos

Hay zonas que no son visibles en los espejos retrovisores, sobre todo en vehículos grandes, como furgonetas, camiones o autobuses. El conductor no nos ve en esa ubicación y tenemos que permanecer en ella el menor tiempo posible. Tenlo en cuenta muy especialmente cuando estos vehículos van a girar.

Ángulo muerto vehículos (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo)

8. Aplica el sentido común

Ante un posible accidente, extrema las precauciones, incluso renunciando a tus derechos o preferencias de paso. Como dijimos en el caso de las glorietas, siempre es mejor renunciar a tu preferencia de paso que sufrir un accidente. Por ejemplo, los ciclistas tienen prioridad en los cruces o giros de vehículos cuando circulan por carriles bici, pasos de ciclistas o arcenes debidamente señalizados, pero este tipo de cruces son uno de los puntos negros para los ciclistas, por el desconocimiento de algunos conductores, los ángulos muertos o, simplemente, la falta de atención.

¿Qué hacer en caso de tener un accidente de bicicleta?

Es conveniente saber cómo actuar ante un accidente en bici. Si somos víctimas, es conveniente saber que, aparte de las responsabilidades administrativas o penales que recaigan sobre el conductor, tendremos derecho a una indemnización por el atropello en bici, que cubra las lesiones y los daños materiales que sufran la bicicleta y todo el equipo que llevemos en el momento del accidente.

Después de recibir la atención médica necesaria, lo siguiente es cursar la denuncia y ponerte en contacto con tu compañía de seguros o con un abogado especializado. Si se producen lesiones graves o, en el peor de los casos, el fallecimiento del ciclista, los propios servicios médicos informarán a las autoridades que cursarán la denuncia de oficio.

Una vez cursada la denuncia contra el conductor, se iniciarán los trámites legales que pueden desembocar en un acuerdo extrajudicial con la compañía de seguros o en el juicio, donde será el juez el que dictamine las responsabilidades y la cuantía de la indemnización, dependiendo del alcance de las lesiones y si hay secuelas permanentes. En este proceso es siempre muy recomendable contar con la asesoría de abogados especializados.

Si somos nosotros los responsables del accidente, también estamos obligados a cubrir una indemnización y tendremos que responder por las responsabilidades administrativas o penales, según el daño causado. Por eso, aunque no es obligatorio, os recomendamos tener un seguro para vuestra actividad ciclista, que cubra los daños propios y, sobre todo, la responsabilidad civil. Estas prestaciones las ofrecen las licencias federativas y el carné ciclista de la Federación, y también distintas empresas aseguradoras.

Conclusiones

Mantén el respeto al tráfico, pero no temas moverte en bici. Si observas las recomendaciones que te hemos dado, minimizarás el riesgo de accidentes y será seguro circular en bicicleta. Tienes que extremar las precauciones, no bajar nunca la guardia y mantener la atención en el resto de los vehículos en todo momento. Anticiparte a sus movimientos o reaccionar ante los imprevistos, es tu mayor garantía de seguridad.

En las tiendas Mammoth, encontraréis el asesoramiento de nuestros profesionales y todos los accesorios que os hemos recomendado para aumentar vuestra seguridad.

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1 comentarios
  • 1. Sabina - 12 diciembre 2023, 12:00

    Muy interesante