Bicicletas eléctricas de carretera

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    Cómo elegir la bicicleta eléctrica de carretera adecuada

    Las bicicletas eléctricas de carretera, también denominadas ebikes de carretera, son una interesante opción para muchos ciclistas amantes de esta disciplina, y son muchas las razones posibles para incluir un motor eléctrico y de asistencia en el pedaleo en la bici. Quizás te gustaría ampliar la duración o la distancia de tus salidas, más allá de lo que te permitiría tu fondo físico, o alguna lesión menor, con una bicicleta de carretera convencional. O puede que no quieras dejar de acompañar, en ocasiones, a ciclistas con distinto nivel o mayor disponibilidad para entrenar muchas horas, con los que llevas años compartiendo rutas. Probablemente esos recorridos tengan puertos de montaña y desniveles importantes, pero con una bici eléctrica de carretera estarán a tu alcance sin problemas, y sin tener que sufrir en exceso, cuando decidas no hacerlo. Cada uno tendrá sus motivos, seguro que muy razonables y válidos.

    Las bicicletas con asistencia eléctrica, a las que nos referimos aquí, son denominadas Pedelec y están consideradas legalmente de forma análoga al resto de bicicletas sin motor, cuando cumplan las correspondientes normas, como no superar funcionando la asistencia los 25 km/h y equipar un motor de potencia de un máximo de 250 W.

    Debes tener en cuenta que esta limitación de velocidad en la asistencia no será problema en las subidas, y será fácil mantener el ritmo de ciclistas de mucho nivel afrontando desniveles importantes, pero si circulan a altas velocidades en el llano, que pueden superar los 40 km/h, seguirles va a ser más complicado, hay que ser realistas…

    Además de la potencia hay que considerar la cifra de fuerza máxima o par motor máximo, cuyo valor vendrá expresado en Nm. Este valor, al ser los motores también algo más compactos, y las bicicletas más ligeras, suele ser algo inferior al de las bicicletas eléctricas de montaña. Valores de entre 35-45 Nm son los habituales en este tipo de bicis.

    Otro dato determinante para las prestaciones ofrecidas por la bicicleta será la posición en la que esté ubicado el motor. En las bicicletas eléctricas de carretera lo más frecuente será encontrarlo centrado, en la zona del eje del pedalier, aunque también hay marcas que comercializan modelos con el motor de la bicicleta eléctrica de carretera colocado en el eje de la rueda trasera.

    La ubicación de las baterías de las bicicletas eléctricas de carretera suele ser el interior del cuadro de la bicicleta. Con el tiempo las baterías han ido evolucionando y cada día son más compactas, permitiendo diseños de bicicletas eléctricas de carretera que se parecen más a los de cualquier bicicleta convencional. Hay modelos que pueden incorporar baterías adicionales, que suelen ir alojadas en uno de los portabidones.

    La mayoría de estas bicis tienen geometrías cómodas, de gran fondo. Es lógico, pues estas bicicletas no están pensadas para la competición y sí para el uso cicloturista. También hay ya en el mercado bicicletas eléctricas de gravel, similares a las eléctricas de carretera, pero pudiendo incorporar neumáticos de mayores dimensiones, además de estar concebidas para rodar sobre superficies irregulares y exigentes.

    Si hablamos del peso de una bicicleta eléctrica de carretera, hay que comentar que cada temporada se acercan más a los pesos del resto de bicis de esta disciplina. Ya hay en el mercado bicicletas de menos de 11 kg de peso, como la Scott Addict eRide Premium (10,750 kg).

    Autonomía de las bicicletas eléctricas de carretera

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