En las bicicletas de montaña habrá que poner especial cuidado, al elegir estas protecciones, cuando nuestra bici equipe doble suspensión, para asegurar la compatibilidad. Siempre tendremos que comprobar que se pueda comprimir al máximo el amortiguador, sin que llegue a haber un contacto entre las partes de la bicicleta, como el neumático, y el guardabarros instalado. El guardabarros Fox Head Mud Guard, sencillo y ligero, es uno de los artículos que cumple perfectamente la función para la que se diseñó.
Otra variedad de protector posible, que evitará buena parte del barro y agua salpicado por nuestra rueda delantera, consiste en una sencilla pieza de plástico, unida con elementos elásticos al tubo inferior de la bici, como el Cube Junior Down Tube, con estilo enduro, fácil de quitar y poner, concebido para bicis con rueda de 20 y 24 pulgadas.
En la parte delantera de las bicicletas de montaña, lo habitual será instalar el guardabarros en la horquilla de la suspensión, sin que sea posible que llegue a contactar con el neumático. Hay modelos muy polivalentes, de materiales plásticos, que se fijan fácilmente con unas bridas, y son compatibles con muchas de las horquillas de MTB.
En las bicicletas de carretera, igualmente hay que asegurarse de la compatibilidad de los modelos de guardabarros posibles y el cuadro de nuestra bici. El espacio disponible suele ser bastante justo para la instalación de estos accesorios, presentando diferencias notables también las bicicletas con frenos de disco y frenos de zapata.
Uno de estos clásicos guardabarros de carretera son los Giant Guarda-Barros Speedshield Rgx 38. Esos resistentes y ligeros guardabarros están pensados para adaptarse a bastantes modelos de bicicletas de ruta Giant y Liv. Como tantos otros, de este tipo, están fabricados con policarbonato y varillas de metal inoxidables. La medida máxima de las cubiertas, para este modelo, es de 38 mm de anchura y son compatibles con frenos de disco.
Las bicicletas de ruta, especialmente las más turísticas y viajeras, suelen estar preparadas para la instalación de guardabarros fijados al cuadro con varios tornillos. Normalmente, son accesorios que se instalan para toda la temporada invernal o, incluso, hay bicicletas en las que se mantienen todo el año instalados. Normalmente, serán bicicletas en las que el peso total no es tan crítico como en otras enfocadas al rendimiento y la velocidad. Un curioso y clásico accesorio, que se acopla al guardabarros (trasero o delantero) potenciando la protección de este, es la aleta guardabarros Brooks Bike.
Un modelo de guardabarros trasero tremendamente versátil es el que se coloca, en un instante, acoplado a la tija del sillín o al tubo de sillín del cuadro. En algunos casos reciben la denominación anglosajona de “ass savers”. Estos protectores son válidos para multitud de bicis, además de ser bastante económicos. En muchos casos, serán más que válidos para impedir que buena parte del agua y salpicaduras, de toda clase, lleguen a toda la zona posterior del ciclista. Un buen ejemplo, que no necesita herramientas para su colocación, sería el guardabarros Ass Savers Fendor Bendor Grande. Este modelo, en concreto, admite su instalación en multitud de bicicletas, tanto en el tubo de sillín como en la tija (siempre lo más cercano a la rueda que sea posible, para maximizar su efecto).