El casco es el elemento de protección más importante del equipo de un ciclista y su uso puede evitar consecuencias trágicas en caso de accidente o caída, en los que podemos arriesgar incluso la vida.
La legislación española obliga al uso de casco a todos los ciclistas en vías interurbanas y a los menores de 16 años en todo tipo de vías, no siendo obligatorio en las vías urbanas para los mayores de 16 años. En otros países, la legislación es diversa, pero la tendencia general es la de extender su uso obligatorio. Con obligación legal o sin ella, recomendamos usar siempre el casco, por lo mucho que nos jugamos.
Imagen de Specialized Bycicles
Lo primero que tenemos que hacer es elegir el tipo de casco adecuado, según la disciplina ciclista que practiquemos. Si aún no lo tenéis claro, en este vídeo de nuestro Canal de Youtube, contamos todo sobre los tipos de casco que hay para ciclismo.
Sean del tipo que sean, para que su protección sea efectiva, tienen que cumplir una serie de requisitos imprescindibles que vamos a analizar a continuación. Tras esto, veremos las diferencias que ofrecen los cascos de calidad y las tecnologías que aportan los mayores niveles de seguridad.
Homologación cascos de ciclismo
Todos los cascos vendidos en la Unión Europea tienen que estar homologados a la Directiva Europea 89/686/CEE y haber conseguido la certificación EN 1078, que garantiza los estándares de seguridad mínimos considerados por las autoridades europeas competentes. En otros países, la nomenclatura y requisitos de homologación varía y os aconsejamos averiguar cuál es, para identificar los productos que la cumplen. Volviendo a la Unión Europea, podemos comprobar que se ajustan a la norma verificando que llevan el distintivo CE EN 1078, como vemos en la siguiente imagen.
Materiales y tecnologías de fabricación
La estructura más habitual de los cascos de ciclismo consta de una capa interna de EPS (poliestireno expandido), que es la encargada de disipar las fuerzas que soporta la cabeza cuando sufre un golpe, y una capa externa para proteger el poliestireno, que suele ser de plástico ABS (acrilonitrilo butadieno estireno), aunque en las gamas más altas se están usando también carcasas de fibra de carbono y de policarbonatos. Partiendo de esta estructura básica que encontramos en todos los cascos homologados, el objetivo es encontrar el mejor equilibrio posible entre el peso, la ventilación y la protección. Dependiendo de la disciplina y el tipo de casco, la prioridad que se dé a cada factor variará. Los cascos de XC o carretera buscarán prioritariamente la ligereza y la ventilación y, en el otro extremo, los de DH buscarán la máxima protección integral.
En todos los casos, el reto es alcanzar el máximo nivel de protección, con el menor peso y la mejor ventilación posibles. Para ello, los fabricantes utilizan distintas tecnologías y estrategias que están presentes en los cascos más seguros y que, inevitablemente, van aumentando el precio del casco. Vamos a analizar las principales.
Fabricación inmold
En lugar de pegar o encolar las capas interna y externa, la carcasa se funde en el proceso de inyección del EPS, resultando una sola pieza más rígida, resistente y ligera.
Densidad variable del EPS
Según la zona. Se utiliza mayor densidad en la zona externa, para la absorción de impactos, y menor en la zona de contacto con la cabeza, para hacer el casco más confortable y ligero.
Estructura o esqueleto interno
Se introduce en el interior del EPS. Suele ser de aramida o fibra de carbono y cumple dos funciones: reforzar el poliestireno para mejorar la resistencia con menos peso, incluso, y evitar que se separen los trozos en caso de rotura, dejando la cabeza desprotegida.
Casco Specialized S-Works Prevail
MIPS
La tecnología que ha revolucionado la seguridad de los cascos. Hasta su llegada, los cascos se diseñaban y probaban para hacer frente a golpes frontales, en sentido vertical u horizontal, pero, a raíz de las investigaciones del neurocirujano sueco, Hans von Holst, se vio que en la mayoría de las caídas no se produce un impacto lineal, sino que, debido a nuestra propia inercia, el casco toca el suelo diagonalmente y rota junto a nuestra cabeza en sentido contrario al del impacto. Esta rotación genera importantes fuerzas rotacionales que son la causa más habitual de lesión cerebral. Es decir, que los cascos tradicionales protegían el cráneo, pero no el cerebro. Porque el cerebro está flotando dentro del cráneo rodeado del fluido cerebroespinal que ayuda a disipar las fuerzas de un impacto en la cabeza, pero no llega a proteger de un movimiento rotacional muy brusco, como ocurre en muchas de las caídas en bici o esquí, por ejemplo. Y de todo esto nace la idea del sistema MIPS que viene de las siglas en inglés Multi-Directional Impact Protection System, o sea Sistema de protección de impactos multidireccional.
El sistema MIPS original consiste en una carcasa de plástico situada entre el poliestireno y las almohadillas que está sujeta con unas pequeñas gomas elásticas que permiten que el casco rote al chocar con el suelo, mientras que la carcasa interior sigue sujeta a nuestra cabeza que mantiene la inercia del impacto. El desplazamiento que se produce del casco, entre 10 y 15 mm, es suficiente para disipar una buena parte de las fuerzas rotacionales, protegiendo nuestro cerebro del efecto de las mismas.
Evolución del MIPS
Desde su lanzamiento, aparte de inspirar otras soluciones puestas en el mercado, la tecnología MIPS no ha parado de evolucionar y, actualmente, hay varias versiones que han mejorado el diseño original.
MIPS Equipped
Que es el original, con leves modificaciones, y el utilizado por muchas marcas, empezando ya en modelos de primer precio, incluso, en el caso de las mejores marcas. Tiene la capa de baja fricción fácilmente identificable, realizada en plástico amarillo o en color gris últimamente.
Casco Specalized Align Mips
MIPS Integrated
La capa es Nylon en vez de plástico y existe en diferentes colores. Ofrece más transpiración y una colocación mas fácil de almohadillas. Además se puede integrar el Roc Loc o ajuste occipital en una sola pieza con el MIPS, cerrando así una circunferencia que nos rodea la cabeza y proporciona un mejor ajuste.
MIPS Spherical
Desarrollado por Giro y presente en sus cascos de gama más alta, consigue eliminar la carcasa de plástico o nylon, porque el propio casco tiene una doble carcasa móvil que absorbe la energía rotacional del impacto.
Casco Giro Aether Mips
MIPS SL
Desarrollado por MIPS y Specialized, lo podemos encontrar en la gama más alta de la marca americana y es el sistema MIPS más transpirable, sencillo y ligero. Las piezas elásticas que absorben la energía rotacional están integradas en las propias almohadillas del casco. Una idea sencilla y muy efectiva.
Casco Specialized S-Works Prevail
Podéis ampliar la información esta tecnología en el vídeo de nuestro canal de Youtube sobre Cómo mejora MIPS la seguridad de los cascos.
Ya hemos visto los elementos a tener en cuenta para elegir los cascos de ciclismo más seguros, como la homologación obligatoria o los materiales y tecnologías con los que se fabrican, que son los que marcan las diferencias con productos de inferior calidad que nos ofrecen menor nivel de seguridad.
Podréis encontrar el mayor surtido en la sección de cascos de bicicleta de Mammoth online y en las tiendas Mammoth, con un amplio rango de precios. Pero siempre con la garantía de calidad y seguridad que te ofrecen las mejores marcas.
Consejos para mejorar la seguridad
No podemos cerrar un artículo sobre los cascos más seguros de ciclismo, sin daros unos consejos básicos para garantizar que aprovecháis sus prestaciones y que no las desperdiciáis por un uso inadecuado.
- Elegir la talla adecuada y llevarlo perfectamente colocado y ajustado es imprescindible para que el casco nos proteja adecuadamente, por muy seguro que este sea. Os aconsejamos ver este vídeo en el que explicamos Cómo ajustar correctamente el casco de ciclismo.
- En caso de accidente o golpe fuerte, aunque el casco no se haya roto, el impacto puede haber dañado su estructura interna, perdiendo sus propiedades. En este caso, NO nos protegerá adecuadamente si tenemos otra caída. Os recomendamos cambiarlo, por vuestra seguridad.
- Los cascos tienen fecha de caducidad. Una vez que se empiezan a usar, están expuestos a la luz solar, las inclemencias meteorológicas, el sudor, etc.. Estos agentes van dañando los materiales y van perdiendo sus propiedades y eficacia de protección. El plazo de uso recomendado varía de unos fabricantes a otros, pero oscila entre los tres y los cinco años de uso. No os aconsejamos superar el plazo de cinco años, sin cambiar de casco, para garantizar la mayor protección posible.
- Limpiar regularmente con jabones neutros la suciedad y el sudor y evitar en su almacenaje las temperaturas extremas, también contribuirá a mantener sus propiedades.
- No aprisionéis el sistema MIPS al anclar cámaras deportivas al casco. Si las usáis, las tenéis que sujetar a la carcasa exterior, sin que las cintas sujeten el sistema MIPS a la vez, pues impedirían su funcionamiento.
Con una buena elección y siguiendo estos consejos, la práctica del ciclismo será mucho más segura
¡A disfrutarlo!
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