El tamaño del buje se mide y clasifica, normalmente, según el diámetro y la longitud del eje de la rueda. En bicicletas de gama media y alta actuales, por ejemplo, lo más habitual son los bujes de 15 y 12 mm de diámetro. Pero hay muchas bicis, de todo tipo, con bujes de 5 o 9 mm, 12 mm, 15 mm, 20 mm, etc.
Una denominación típica de los bujes más clásicos, con ejes de 5 mm de diámetro, era la de eje QR (cierre rápido). Las medidas frecuentes eran de 5x100 en la rueda delantera y 5x135 en la rueda trasera en las bicicletas de montaña, así como 5x100 en la rueda delantera y 5x130 en la trasera de carretera. En muchos casos, las especificaciones de estos ejes de 5 mm también aparecen como ejes de 9 mm por su diámetro total.
Un buen buje clásico MTB sería, por ejemplo, el buje Shimano XT (trasero) para MTB, con QR de 9 x135.
Hay diferencias entre los tamaños y tipo de bujes de bicicletas de MTB y los bujes de bicicletas de carretera. En el MTB moderno es habitual un diámetro de eje de 15 mm en la rueda delantera y 12 mm en la trasera. En las modalidades enduro y descenso es posible el uso de bujes de 20 mm (20x110) delante, junto a horquillas de largos recorridos. Siempre refiriéndonos a bicicletas MTB de gama media y alta.
En bicicletas con frenos de disco de carretera, ciclocross y gravel, actualmente, lo más frecuente es el empleo de bujes con ejes de 12 mm delante y detrás.
En cuanto a la longitud del buje en MTB se han popularizado, desde hace algún tiempo, las medidas denominadas boost, con ejes delanteros de 110 mm de ancho (15x110) y ejes traseros de 148 mm (12x148). En las modalidades de enduro y descenso es normal el empleo de bujes de mayor anchura.
Podemos citar, para este caso, un buje de rueda delantera como el Progress Turbine Boost MTB, de medida 15x110.
Anteriormente, hace no demasiado tiempo, lo normal eran medidas de 100 mm delante y 142 mm detrás, que son justo las medidas frecuentes actuales en las bicicletas de carretera, ciclocross y gravel, con frenos de disco y ejes de giro pasantes.
Es obvio que, con bujes más anchos, conseguimos aumentar la rigidez de nuestras ruedas, de ahí que hayan crecido en tamaño.
Hay algunos bujes que permiten su adaptación, cambiando las tapas o casquillos de estos, para poder emplearlos en diferentes tipos de bicicletas, con medidas distintas. Así, hay casos en los que, al cambiar de bicicleta, podremos aprovechar unas buenas ruedas que ya tenemos.
Aunque aquí mencionamos las medidas más comunes y frecuentes, hay excepciones para algunos tipos de bicicletas. Siempre debemos asegurarnos de las medidas de ruedas y bujes para bicicleta compatibles con nuestra bici, si decidimos un cambio de dichas ruedas o bujes.
El sistema de giro sobre el eje, o sea el tipo de rodamientos, también define el tipo de buje que tenemos, que puede ser de rodamientos de bolas o de rodamientos sellados. Los de bolas, llevan dichas bolas sueltas sobre un sistema de conos, en el que debemos ajustar la precarga con una tuerca y contratuerca. Hay que poner atención y mantener las bolas en buen estado, limpias y bien engrasadas, pues si se deterioran pueden dañar las pistas sobre las que ruedan, que forman parte del cuerpo del buje.
Como vemos, son muchas las variables que definen un buje y si es compatible o no con nuestra bicicleta y con otras partes de la rueda. El buje también determina el número de radios de la rueda, que coincidirá con el número de orificios de la llanta de la rueda. Del buje depende, igualmente, la forma en que conectan los radios al buje, pudiendo cruzarse los radios entre sí.
Para fabricar un buje son varios los tipos de materiales empleados, como el acero, aluminio y la fibra de carbono. Como ocurre con tantos otros componentes, el uso de fibra de carbono aligera el peso del buje, pero normalmente serán más caros. Debemos tener en cuenta la importancia de una rueda ligera, al ser una parte que va girando, en movimiento, cuando se buscan altas prestaciones y rápidas aceleraciones.