La prueba a fondo que hemos hecho de la Scott Scale 970 confirma que este modelo es uno de los más interesantes para dar el primer salto a una práctica exigente del MTB, pues nos ofrece tecnologías de gamas más altas a un precio muy contenido.
En el anterior artículo sobre Cómo elegir una bici MTB de iniciación, establecíamos los rangos de precio razonables para elegir nuestra bici, según el uso previsto. Y, en el límite superior, recomendábamos la franja de los 1.000 euros para un uso exigente y con prestaciones garantizadas para mucho tiempo.
Para ver lo que nos puede ofrecer una bici de ese precio, hemos elegido un modelo de los más vendidos en el segmento más competido del MTB: la Scott Scale 970 2021.
Sin perder de vista un precio contenido, Scott consigue desmarcarse de muchos de los modelos de la competencia con un buen cuadro de aluminio 6061 de espesor variable, dirección cónica y guiado interno de los cables, lo que, junto a sus elegantes colores, nos ofrece una estética limpia y un aspecto que está a la altura de bicis de gama más alta.
En la geometría, mantiene la esencia rácing de todas las Scale, con un Reach corto de 421 mm en talla M y un ángulo de dirección de 69,5º. La única diferencia con sus hermanas de carbono es que sus vainas son un poco más largas, pero no llegan a privarla del carácter nervioso y reactivo que lleva en su ADN. Es una geometría clásica de XC, sin concesiones a las tendencias de las de doble suspensión que se van adaptando para recorridos más técnicos.
Para la horquilla, Scott ha elegido una Rock Shox Judy Solo Air de 100 mm con bloqueo en el manillar, mediante un mando RideLock cómodo, suave y nítido que nos ofrece dos posiciones: abierta y cerrada. Es una horquilla sencilla y efectiva, con compresión mediante cámara de aire y sistema TurnKey en el bloqueo, que la libera en caso de impacto fuerte mientras va bloqueada, para evitar sustos al ciclista y daños graves en sus componentes internos. Su único inconveniente es el peso, pero es el habitual en productos de su gama.
En la transmisión, lleva un grupo completo Sram SX de 12 velocidades, que es el primer precio de la gama Eagle, con un plato de 32 dientes y un cassette 11-50. Un rango de desarrollos suficiente para cualquier tipo de terreno, que solo renuncia al piñón de 10 dientes de las gamas más altas y penaliza un poco el peso, pero hace posible disfrutar de todas las ventajas del Eagle de 12 velocidades en bicis de esta gama. Una elección razonable por parte de Scott que ya vimos en el test de la Spark RC 900 Team. Y, por si alguno piensa montar dos platos, también trae soporte para desviador, aunque será difícil que renunciéis al Eagle después de probarlo.
En las ruedas, optan por su propia marca de componentes, con unas Syncros robustas y resistentes que completan con las cubiertas Maxxis Recon Race de 2.25” que tanto nos gustan para XC. Garantizan un buen comportamiento y confort en todo tipo de terrenos, con un perfil redondo y voluminoso que nos dará cierto margen de seguridad en terrenos algo más complicados sin sacrificar un taqueado rodador. Experiencia que mejoraremos mucho si optamos por sistemas Tubeless.
Para la frenada, Scott hace una apuesta segura con los frenos Shimano MT 200, pues la marca japonesa, incluso en los primeros precios, ofrece unas prestaciones excelentes con gran poder de frenada para afrontar rutas por montaña. Un comportamiento impecable para su gama de precio, con discos de 160 detrás y 180 delante.
El resto de los componentes son Syncros con sillín Belcarra y tija, manillar y potencia de aluminio.
Durante el test, hemos realizado rutas de MTB exigentes, con buenas velocidades medias, zonas razonablemente técnicas, largos recorridos y subidas fuertes. Es decir, lo que hacen la mayor parte de los ciclistas que buscan una bici de este tipo, sin intención de competir o de afrontar rutas de alto nivel técnico, para las que tendríamos que pensar en otras bicis con doble suspensión. La posición en la bici es muy cómoda para enfrentarnos a esas rutas descubriendo caminos, senderos y nuestros propios límites sin sacrificar el confort en marcha.
El balance final es muy equilibrado y cubrirá las expectativas de una gran número de ciclistas que quieren disfrutar del MTB con la fiabilidad y las ventajas de una gran bici, pero con una inversión muy contenida. Solo en el peso, que ronda los TRECE kilos, notaremos claramente los esfuerzos para llegar a un precio tan asequible, pero es el habitual en este rango de precios y muy razonable para el usuario medio de este tipo de bicis.
En definitiva, con una inversión de en torno a los 1.000€, podéis disfrutar de una gran bici con mucho MTB por delante, sobre todo si elegís una compra maestra como esta Scale 970 de Scott. Si la queréis ver en acción, podéis ver el vídeo del test:
Como toda la gama de bicis y accesorios de Scott, podréis encontrarla en las tiendas Mammoth y en Mammothbikes.com
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