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Consecuencias de trucar una ebike

Muchos usuarios de bicis eléctricas pedelec deciden trucarlas para superar las limitaciones de velocidad exigidas para homologarse. Pero, al hacerlo, asumen importantes riesgos que pueden llegar hasta la responsabilidad penal.

Imagen Cannondale España

Normativa vigente sobre bicis eléctricas

Las bicis de pedaleo asistido, denominadas EPAC o ebikes pedelec, están reguladas por la Unión Europea en su Reglamento EU 168/2013 y la norma EN 15194:2017, y en España por el Real Decreto 339/2014, el Reglamento General de Vehículos y el Reglamento General de Circulación.

Están homologadas y equiparadas a las bicis convencionales si cumplen con estos requisitos legales:

  • Potencia nominal máxima continua del motor de 250W
  • Que sea necesario pedalear para que el motor auxiliar asista al pedaleo
  • Que la asistencia se interrumpa al superar la velocidad de 25 km/h

Cumpliendo estas especificaciones, son consideradas como bicicletas a todos los efectos, y gozan de los mismos derechos y obligaciones que el resto de las bicis.

También hay bicis eléctricas que no cumplen estas limitaciones:

  • Power Bike, con la misma limitación de 25 km/h pero con motores de potencia igual o superior a 1.000 W, destinadas sobre todo a las cargobikes o bicis de carga, que no tardarán en extenderse en las ciudades, aunque la complejidad legal y técnica para su homologación está retrasando mucho su implantación.

  • Speed eBikes o, popularmente, bicis de 45 km/h, porque es la velocidad homologada para las mismas en la Unión Europea. Tienen potencias de 4.000 W, pero este tipo de bicis eléctricas dejan de ser legalmente bicicletas y se consideran como vehículos a motor.

Lamentablemente, se está extendiendo la práctica de tunear o deslimitar las bicis de pedaleo asistido, para que la asistencia no se interrumpa cuando alcanzamos los 25 km/h y, en menor medida, para aumentar la potencia. Pero se asumen riesgos importantes de diversa índole que vamos a analizar a continuación.

Peligros de deslimitar una bici eléctrica

  • El primer peligro es legal, porque muchos usuarios no saben que, cuando trucan o deslimitan una pedelec, también deja de ser una bicicleta y, legalmente, pasa a ser un vehículo a motor con las obligaciones que esto supone:

      ✔ Matriculación
      ✔ Permiso de circulación
      ✔ Seguro obligatorio
      ✔ Limitación para circular por carriles bici y entornos naturales
      ✔ Casco homologado para ciclomotores

    Esto implica que circular con ellas sin cumplir con estos requisitos es una infracción administrativa que puede acarrear sanciones importantes, e, incluso, incurrir en responsabilidades penales si se produce un accidente, perdiendo la cobertura de pólizas de seguro.

  • La pérdida de la garantía del fabricante es otro riesgo importante. Y, en el caso de los motores y baterías, los servicios técnicos tienen herramientas para detectar si se han producido manipulaciones, lo que conllevaría la pérdida del derecho de reclamación en caso de averías o fallos.

  • La seguridad del propio ciclista y la durabilidad de la mecánica también se ven comprometidas, cuando usamos la bici y los elementos de seguridad para velocidades para las que no están diseñados.

  • Problemas para el colectivo en su conjunto, especialmente para ebikes MTB, si se empiezan a producir incidentes por la excesiva velocidad o se genera alarma por el uso de bicis trucadas en lugares indebidos. Todo esto puede terminar con vetos a todas las bicis o, al menos, a las eléctricas.

  • Responsabilidad para los comercios o empresas que realicen o inciten a la manipulación de los motores, tal como anunciaron AMBE y CONEBI en un comunicado conjunto en el que denunciaban esta situación.

Specialized Turbo Kenevo y logo campaña de AMBE Specialized Turbo Kenevo

Conclusiones

Es fácil que a muchos de los que usan bicis eléctricas les tiente la posibilidad de evitar la pérdida de la asistencia al cruzar el umbral de los 25 km/h, pero es un tributo imprescindible para disfrutar de este plus de energía y diversión sin renunciar a las sensaciones de una bici convencional, al trato legal que nos evita matriculación e impuestos, al acceso a vías especiales y parajes naturales, y otras muchas ventajas. Además, la deslimitación se nota en llano o en bajada, porque no aumenta la potencia real de la bici para las subidas, donde difícilmente superaremos los 25 km/h. Y no creemos que, realmente, para la mayoría de los potenciales usuarios de estas bicis, subir la velocidad de crucero en llano sea tan importante como para incurrir en todos los riesgos que hemos visto anteriormente. También reduce considerablemente la autonomía de la bici.

El que realmente quiera una bici eléctrica más rápida y más potente, tendrá que pensar en una Speed bike de 45 km/h y renunciar a su uso en determinados lugares. No queremos, ni mucho menos, demonizar o descartar este tipo de bicis que consideramos una opción muy interesante en las vías donde su uso está permitido, sobre todo, para uso urbano o como medio de transporte alternativo mucho menos contaminante que los vehículos con motores de combustión. Pero difícilmente tienen cabida en vías compartidas con peatones o en entornos naturales donde se ponen trabas incluso para las bicis convencionales.

Si queréis más información sobre las bicis eléctricas, profundizamos ampliamente en sus tipos y características en este artículo sobre Cómo elegir una bici eléctrica

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