Cómo elegir un sillín para bicicleta

El contacto con el sillín es la causa más frecuente de molestias entre los ciclistas. El primer paso para evitarlo, y el más importante, es saber cómo elegir el adecuado para cada uno y cómo ajustarlo.

Imagen GT Bicycles

Un poco de anatomía

El motivo de que sea tan crítico el contacto con el sillín es que esa parte de nuestro cuerpo no está diseñada por la evolución para mantener esa postura durante horas y soportando nuestro peso en tan solo unos centímetros de contacto, que incluyen tejidos blandos tan vulnerables y expuestos a la presión como nervios o vasos sanguíneos. Por esto es muy importante elegir un sillín adecuado y prendas técnicas que nos protejan, así como adoptar una correcta higiene postural. Afortunadamente, la industria del sector ha hecho un excelente trabajo, en lo que a materiales se refiere, y hay abundante y rigurosa información sobre la biomecánica de la bicicleta.

Figura 1: Esquema anatómico del apoyo del ciclista en el sillín (Specialized Bicycle)

En la figura 1, podemos ver la pelvis de un ciclista apoyada en el sillín. Está formada por los dos huesos coxales, derecho e izquierdo, el sacro y el coxis. Los huesos coxales tienen tres partes diferenciadas, el ilion que es la parte superior, y no interviene en el apoyo, el isquion que es la parte inferior, y el pubis, que es la parte delantera.

Las tuberosidades isquiales o isquiones, para simplificar, son los que soportan principalmente nuestro peso cuando nos sentamos en la posición habitual. En el sillín de la bici, adoptamos una postura y apoyo diferentes e intervienen otras partes de la cadera. La unión de los dos huesos coxales se realiza de forma triangular, hasta unirse en la sínfisis púbica, que forma el canal por el que pasan los nervios y vasos sanguíneos que van hacia los genitales. Cuando nos sentamos en el sillín de nuestra bici e inclinamos el cuerpo, rotamos la cadera hacia delante y el hueso púbico pinza estos nervios y vasos sanguíneos, sobre todo, la arteria pudenda, que es la que riega la zona genital. Esta presión nos puede provocar adormecimiento de los genitales, molestias y, con el tiempo, lesiones graves, en algunos casos. Por esto, cuando elegimos y ajustamos el sillín de nuestra bicicleta, tenemos que conseguir que los huesos soporten la mayor parte de nuestro peso y eliminar o reducir la presión de la zona del perineo.

Para evitar problemas con el sillín, hay que tener en cuenta varios factores relativos tanto al propio sillín como a su correcto ajuste, todos igual de importantes. Empezamos por enumerarlos, antes de analizar cada uno de ellos:

El ancho
La forma
El acolchado
El ajuste biomecánico

Cómo elegir el ancho del sillín

Para que el peso recaiga en los huesos, es imprescindible que el sillín sea lo suficientemente ancho como para que estos apoyen con firmeza. La referencia más usada es la distancia entre los isquiones, pues, en la mayoría de los casos, es sobre los que tiene que recaer el peso. Luego veremos que hay excepciones, como en las bicis de triatlon o crono, en las que se llevan posturas muy forzadas. Conocida esta distancia, es recomendable que el sillín sea unos 20 mm. más ancho, cómo mínimo, para asegurar un correcto apoyo.

Specialized fue la primera marca que realizó estudios médicos y aplicó la biomecánica en sus sillines, fabricando varias medidas de sus modelos. Y también desarrolló el primer asómetro, para medir la distancia entre isquiones y recomendar la medida del sillín. La mayoría de las marcas ya ofrecen distintos anchos y son varias las que tienen herramientas para medir esta distancia, pero vamos a utilizar la de Specialized como ejemplo, que sigue siendo la principal referencia.

El ancho del sillín se mide en la parte más ancha del mismo, desde los extremos exteriores. Las medidas de Specialized son 131, 143, 155, 168 y hasta 180 mm. en los sillines más recreativos. El resto de las marcas se mueven en rangos similares, con variaciones de muy pocos milímetros. Las medidas más usadas por los chicos son 143 y 155 mm. En el caso de las chicas, 155 y 168 mm. son las más frecuentes, por eso los sillines específicos de chica suelen ser más anchos, además de estar diseñados para adaptarse mejor a los genitales femeninos.

La distancia entre isquiones no depende de factores como el peso o la estatura. La estructura ósea, alcanzada la edad adulta, no varía y es propia de cada persona, al margen de su peso y de su complexión. No hay referencias para estimarla y la tenemos que medir en cada caso. En general, las chicas tienen las caderas más anchas, por su adaptación al parto.

El asómetro consiste en una base de gel deformable que se hunde por la presión de los isquiones cuando nos sentamos encima. También cuenta con una tabla para indicarnos el ancho de sillín recomendable, según la medida obtenida. Si no tenemos la posibilidad de medir con un asómetro, podemos improvisar alguna superficie deformable, como cartón, masilla, plastilina, etc., o recurrir a alguien de confianza que nos mida metro en mano palpando las protuberancias isquiales. Es cuestión de imaginación, aunque es mucho más fácil con el asómetro y en las tiendas especializadas suelen contar con él.

Asómetro de Specialized

Para que la medida sea correcta, tenemos que adoptar una postura similar a la que llevamos en la bici, elevando los talones ligeramente, para pronunciar la presión de los isquiones, como vemos en las siguiente ilustración

Postura correcta en el asómetro

Cuando nos levantamos, marcamos la distancia entre las dos huellas en la escala y, con el color sobre el que se ubica el marcador de la derecha, podemos ver el ancho de sillín recomendado en la tabla de la izquierda.

Midiendo la distancia entre las marcas de los isquiones

Con esta recomendación, ya podemos centrarnos en buscar el modelo adecuado según el resto de factores que tenemos que seguir analizando, aunque hay que tener en cuenta que esta medida no es una referencia universal que valga en todas las circunstancias ni en todas las modalidades. Depende del tipo de bici y de la experiencia del ciclista. En la tabla de la figura 2, que complementa la información del asómetro, vemos las recomendaciones de Specialized en función de la postura del ciclista.

Figura 2: Recomendación ancho sillín BG Specialized

Un ciclista recreativo, que mantiene una postura erguida, se apoyará completamente en los isquiones y requiere un mayor ancho de sillín.
Los ciclistas con más experiencia suelen llevar la espalda en torno a 45º-50º de inclinación, con respecto al plano horizontal, y empiezan a repartir el apoyo con el pubis. La recomendación del asómetro será casi siempre válida y un sillín más ancho les provocará molestias al pedalear.
Los ciclistas que adoptan una postura aerodinámica en una bici aero o de crono, con la espalda en ángulos inferiores a 45º, rotarán tanto la cadera, que el apoyo se repartirá por los huesos púbicos, incluso más que en los isquiones, estrechando la superficie de apoyo. Para este uso, los sillines suelen ser más estrechos y es recomendable buscar los específicos, como los de Triatlón, que veremos al final.

Forma del sillín

Como el ancho, la forma también vendrá determinada por el tipo de ciclismo que vayamos a practicar y por la elasticidad y características anatómicas del ciclista. Hay sillines específicos para las distintas modalidades en casi todas las marcas, y esta clasificación puede ser una primera referencia muy útil, para orientarnos entre la gran variedad que podemos encontrar.

Planos o cóncavos. La mayoría de los sillines actuales son ligeramente cóncavos con una moderada elevación de la parte posterior, para favorecer el apoyo de los isquiones y liberar de presión la zona del perineo. Los sillines planos favorecen la libertad de movimientos y son los preferidos por algunos ciclistas, sobre todo para las disciplinas más rápidas del MTB.

Alas planas o curvas. Los laterales curvados ofrecen también mayor libertad de movimientos y cambios de postura, por lo que son recomendados para disciplinas de larga duración y ciclistas con menor flexibilidad. Los sillines con las alas más planas aportan un apoyo más firme, lo que es especialmente valorado por los ciclistas más experimentados que buscan, sobre todo, rendimiento y suelen tener una buena elasticidad.

Canal antiprostático. Se ha generalizado la presencia de una ranura o canal en el centro de los sillines, para liberar de presión la zona perineal y la próstata. Este canal habilita un espacio que minimiza la presión ejercida por la pelvis sobre los nervios y vasos sanguíneos que pasan por la sínfisis púbica. En general, cumplen su función y es recomendable que los tengan, aunque siempre tienen que ser un complemento del ancho y la forma adecuadas del sillín. En un sillín demasiado estrecho, en el que el apoyo de los huesos sea deficiente, no solo no vamos a evitar la presión, sino que los relieves de estas ranuras pueden ser aún más perjudiciales que un sillín plano. Y, de la misma forma, un sillín sin ranura con la forma adecuada y que ofrezca un buen apoyo isquial, puede ser perfecto para muchos ciclistas, si está bien ajustado.

Longitud y forma de la punta. La mayor o menor medida de la punta del sillín, también llamada nariz, aporta libertad de movimientos y colabora en la ansiada liberación de presión para la parte más delicada de nuestro apoyo, que es la zona perineal. Sobre todo si se inclina ligeramente, como veremos en el apartado del ajuste. La tendencia es a reducir esta longitud y modelos como el Specialized Power o el Selle Italia ST son muy demandados. Más importante que la longitud, es su forma. Una punta que forme un triángulo con la base ancha, ofrecerá más apoyo, sobre todo para los ciclistas que vayan más erguidos, pero, para los que lleven una postura más agresiva o tengan un gran volumen de pierna, les resultará muchos más cómodo llevar la punta estrecha desde la base. Duopower fue la primera marca que suprimió completamente la punta del sillín, pero su uso es minoritario.

Sillín Syncros Belcarra V 1.5
Sillín Selle Italia ST5 Flow
Sillín Fi’zi:k Argo Vento R5

Otras características del sillín

Blando o duro. El acolchado del sillín está relacionado, aún en mayor medida, con la experiencia y el perfil del ciclista.

Para un ciclista esporádico que no tiene horas encima de la bici y que va a hacer un uso recreativo, será adecuado un sillín ancho y muy mullido, pues no está acostumbrado, y un sillín más firme le producirá molestias con muy poco tiempo de uso.
Para un ciclista experimentado, que use la bici con frecuencia, serán otras las prioridades. Un sillín muy mullido provocará más molestias y problemas con muchas horas de uso que uno más firme, ya que repartirá la presión a todas las partes que apoyan, incluidas las blandas de la zona perineal. Todas las marcas de calidad tienen opciones adecuadas para cada perfil de ciclista, con distintos niveles de confort, y podremos elegir el que más se acerque a nuestras características.

Los sillines de mejor calidad tienen zonas con distintas densidades, en función de la parte del cuerpo que apoya y de la presión que soportan. Specialized, una vez más, ha sido pionera desarrollando la tecnología MIMIC, aplicada primero en los sillines de chica, con gran éxito, y extendida después a modelos de chico, que también se pueden beneficiar de sus ventajas. Consiste en fabricar la punta del sillín con materiales específicos que aportan un soporte estructural suficiente, pero con un mullido y diseño especial, para liberar de toda presión la zona genital, que es especialmente sensible en el caso de las mujeres.

Sillín Specialized Power Pro Mimic Elaston

Peso del sillín. Este aspecto será fundamental para los ciclistas de competición o aficionados muy exigentes, y tendrá menos importancia para el resto. Seguramente, si hemos elegido correctamente el sillín en función de los aspectos que hemos visto hasta ahora, el peso será coherente con el uso que le vamos a dar. Pero, en cualquier caso, nuestro consejo es que siempre demos prioridad al confort y la salud, antes que al pequeño beneficio que nos va suponer rebajar peso en el sillín. Esta rebaja de peso no compensará, ni mucho menos, el calvario que suponen las molestias y dolores que puede provocar un sillín inadecuado, sobre todo en recorridos de larga distancia o de varios días, que se pueden convertir en un infierno.

El mejor sillín

Son muchos los aspectos que influyen para elegir el mejor sillín para cada uno y no hay normas ni consejos que valgan para todo el mundo. La anatomía y la biomecánica no son ciencias exactas. Todo lo que os hemos explicado será una buena guía para encaminar vuestra elección, pero vuestra experiencia personal será decisiva y, en ocasiones, no hay más remedio que acudir a la prueba y error. Lo más recomendable es acudir a tiendas especializadas que tengan programas de test, como las tiendas Mammoth, donde podréis probar distintos tipos y medidas, para no comprar a ciegas.

Y el mejor de los sillines puede ser inútil, si no consideramos otros aspectos como el ajuste biomecánico y el uso de un buen pantalón o culotte ciclista, aspectos que analizamos a continuación.

Sillin Specialized Power del programa de test Mammoth

El ajuste del sillín

Tan importante como una adecuada elección del ancho, tipo y forma de nuestro sillín es el ajuste correcto. De poco sirve que hagáis una exquisita selección para elegir un sillín, por mucho que os haya costado, si luego no lo ajustáis bien. En muchas ocasiones, las molestias y dolores que sufren los ciclistas con el sillín se deben a un mal ajuste.

Ajuste de la altura del sillín. Los ciclistas que se inician tienden a llevar el sillín bajo y, los más experimentados, demasiado alto. Ambas situaciones generan molestias, reducen el rendimiento y pueden causar lesiones. Pero, en lo que respecta a las molestias con el sillín, la altura excesiva es la que más problemas genera, porque aumentamos la presión y el rozamiento de forma extraordinaria. Os aconsejamos este vídeo para ajustar correctamente la altura del sillín:

Ajuste longitudinal e inclinación del sillín. El sillín también hay que ajustarlo correctamente en el plano horizontal con respecto a los pedales. Un error muy común es utilizar el sillín para acercarnos a alejarnos del manillar, perdiendo la posición correcta para pedalear. También tenemos que ajustar la inclinación, que dependerá del tipo de bici y, una vez más, de nuestras características.

En bicis rígidas y de carretera, lo normal es llevarlo plano o con una ligera inclinación de 1º a 3º.
En bicis de doble suspensión o cuando tengamos problemas serios con la zona perineal o la próstata, podemos aumentar la inclinación de 3º a 5º.

Pero lo mejor es que veáis la segunda entrega sobre el ajuste del sillín en nuestro canal:

Sillines de Triatlón

Dedicamos un apartado específico para los sillines de Triatlón, por sus peculiares características. En esta disciplina, los ciclistas llevan posturas extremas buscando la penetración aerodinámica, lo que les obliga a una rotación máxima de la cadera. Esto provoca que el apoyo real del ciclista en el sillín recaiga sobre los huesos de la pelvis, más que en los isquiones, y que el perineo sufra un mayor presión. En esta tercera entrega de la serie de vídeos sobre sillines, os damos algunos consejos para elegir el mejor sillín de triatlón:

Pantalones y culottes de ciclismo

Son el perfecto e indispensable complemento de un sillín bien elegido y bien ajustado y terminamos recomendando que leáis estos artículos de nuestro blog en los que os explicamos:

En las tiendas Mammoth y en nuestra tienda online mammothbikes.com tenemos sillines para todas las modalidades de ciclismo y todos los perfiles de ciclistas, un programa de test, para probar distintos tipos y medidas y, por supuesto, el mejor asesoramiento para elegir el vuestro, porque también somos ciclistas.

Más información en otros artículos y vídeos relacionados: