Cómo elegir un potro para bicicleta

Potro para bicicleta

No podemos decir que el potro sea imprescindible, pero, si manipulamos la bici en el suelo, con apoyos precarios o soportes que no estén pensados para ello, aumentará considerablemente la dificultad de la mayoría de las operaciones que tenemos que realizar. Y esta dificultad, puede marcar la diferencia entre convertir la mecánica y el cuidado de nuestra bici en un hobby agradable o en una incómoda obligación, que pospondremos todo lo posible o delegaremos en terceros.

Hay distintos tipos de potros y soportes de taller para las bicicletas. La elección definitiva estará condicionada por varios factores como el uso, el tipo de bicicletas que vamos a mantener, el espacio y el presupuesto. Vamos a analizar las opciones disponibles y a daros algunas recomendaciones, para que os resulte más fácil elegir.

Soportes de suelo para bicicleta

Los soportes de suelo son la alternartiva más económica para sujetar la bici y realizar algunas de las operaciones básicas de limpieza y mantenimiento. El requisito imprescindible es que suspendan la rueda trasera para que permitan girar las bielas y la transmisión libremente, porque, si no es así, no podremos hacer el ajuste de cambio y desviador, que es la operación básica más frecuente.

Pero su uso es muy limitado, porque nos obligan a trabajar con la bici en el suelo y no podemos variar la posición, para acceder con más facilidad y comodidad a otros componentes. Operaciones como el desmontaje de las ruedas, la horquilla o el basculante, no se pueden realizar. Son una opción válida para los que buscan un soporte que sujete la bici y que, además, les permita hacer operaciones muy básicas. Para tenerlos en casa no son la mejor opción, si sois manitas habituales, pero pueden ser interesantes para llevar en viajes, rutas o carreras.

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Tipos de potros para bicicleta

Entrando ya en los potros, que son la opción recomendable, vamos a empezar a ver sus tipos atendiendo a varios criterios. El primero es el sistema de sujección de las bicicletas y encontraremos dos tipos: los de mordaza y los soportes llamados de tipo Euro. Vamos a ver cada uno de ellos.

Potros de mordaza

Sujetan la bici por sus tubos, mediante una mordaza o abrazadera. Es frecuente que la morzada se pueda girar para elegir el ángulo de inclinación y el tubo, según el cuadro de la bici y la operación que vayamos a realizar. Se suele anclar por la tija, el tubo de sillín o el tubo superior, y también se puede modificar la altura, para que la posición de trabajo sea óptima. La mordaza se ajusta a distintos diámetros y formas de tubo, dentro de un rango determinado, con sistemas de cierre mediante palanca giratoria, excéntricas o ambos sistemas a la vez en los de más calidad.

Es el sistema más empleado actualmente, tanto en talleres profesionales como domésticos, porque es el más versátil. Sus escasos inconvenientes serían la dificultad para adaptarse a tubos con formas y medidas menos convencionales, sobredimensionados y planos, y que hay que mantener la pinza siempre limpia y en buen estado y tener precaución con la presión de cierre, para no dañar los tubos de la bici.

Potro de taller Mammoth Fixbike

Potros de estilo Euro

En lugar de sujetar la bici mediante una mordaza, utilizan un carril o soporte sobre el que apoyan una de las ruedas, anclando el cuadro por las punteras del lado contrario. Es un sistema similar al que podemos ver en algunos portabicis de techo para automóvil.

Su ventaja es que ofrecen un anclaje muy firme de la bici y son la opción adecuada para cuadros con tubos no convencionales que no podemos anclar en los de mordaza.

Su inconveniente principal es que el montaje de la bici en el soporte es más laborioso y menos versátil que en los de mordaza, teniendo que cambiar de postura según la parte en la que vayamos a trabajar. Y también tenemos que asegurarnos de la compatiblidad de los ejes de nuestra bici, utilizando adaptadores en muchos casos.

Potro Park Tool Team Issue

¿Potros fijos o plegables?

De los dos tipos de potro citados, mordaza y Euro, encontraremos modelos fijos de suelo y plegables. Y con mordaza, también fijos de banco o pared.

Los potros fijos son los empleados habitualmente en talleres profesionales, construidos con una mayor consistencia y durabilidad, para enfrentarse a un uso muy intenso. Los hay incluso con motor eléctrico, muy adecuados para manipular las bicis más pesadas. Pero, por su precio y el espacio que ocupan, no suelen ser una opción para talleres domésticos. Solo aficinados que dediquen un espacio fijo al taller y lo utilicen con mucha frecuencia, pensarán en un potro de estas características.

Los potros fijos de pared o banco, cuentan con un anclaje mediante tornillos, para colocar en la pared o en un banco de trabajo, y un brazo con la mordaza. Son de uso casi exclusivo profesional también, pero pueden ser una opción para aficionados que cuenten con un lugar adecuado para colocarlos.

Los potros plegables o portátiles son los elegidos por la mayoría de los aficionados para uso personal. Hay una gran variedad, con modelos del tipo Euro y de mordaza, siendo estos últimos los más vendidos.

Los plegables del tipo Euro, suelen ser la elección de los usuarios de bicis especiales, como las de contrareloj, por ejemplo.

Y hay un tipo de potros plegables con anclaje mixto, como el Topeak PrepStand Max, que apoyan la bici en la caja del pedalier, sujetándola con una abrazadera. Es regulable en altura y ofrece la ventaja de poder trabajar por ambos lados de la bici, pero no es compatible con todos los cuadros, por lo que habrá que tener en cuenta si la bici puede apoyar correctamente, antes de considerarlo como opción.

Soporte para Bicicleta Topeak PrepStand Max

La opción mayoritaria son los potros plegables de mordaza, entre los que encontraremos muy distintas calidades y precios, que se adaptarán a las necesidades o prioridades de cada ciclista. Los precios más bajos suelen ir parejos a diseños más sencillos, con menor calidad de materiales, menos opciones de ajuste y posiciónamiento de la bici, menor estabilidad y un menor peso máximo recomendado, algo importante con la presencia cada vez mayor de bicis de asistencia eléctrica.

Con estas premisas y la experienca acumulada como usuarios, hicimos la lista de las características recomendables en un potro de bicicletas para nuestro taller en casa. Y, con esa lista como punto de partida, desarrollamos el potro Mammoth Fixbike, en el que hemos reunido todas ellas, con la mejor relación calidad-precio del mercado y respaldada con nuestra garantía.

El potro ideal para el taller en casa

Vamos a relacionar e ilustrar las características recomendadas con nuestro potro Mammoth Fixbike, pues serán las que tendréis que buscar, aunque sea otra la elección.

Potro Mammoth Fixbike

• Está construido en aluminio muy resistente y ligero, para su transporte y manipulación.
• Es un potro plegable con apoyo en dos patas, que es la opción más empleada actualmente, porque consigue un plegado muy compacto para guardar y es de muy fácil apertura. Basta con abrir el cierre rápido, bajar las patas y subir el tubo central telescópico, para tenerlo en pie y dispuesto para desplegar y ajustar la mordaza.
  Potro Mammoth Fixbike
• La zona de anclaje nos permite sujetar tubos desde los 25 a los 70 mm de diámetro. Y, con el giro de la mordaza, podemos elegir el tubo y el ángulo de inclinación de la bici, según la zona de trabajo.
• El peso máximo recomendado es de 28 kg, por lo que podremos usarlo con bicis eléctricas.
• Cuenta con una bandeja desmontable, que se sujeta en el tubo central, para dejar a mano las herramientas y piezas que vayamos a necesitar. Incluyendo una zona con imán para tener a buen recaudo los tornillos y pequeñas piezas.
  
• Y un brazo extensible para fijar el manillar y evitar que la rueda delantera se mueva.
  

En resumen, características propias de un potro profesional con un precio que os sorprenderá y que hará mucho más fácil y agradable el mantenimiento de vuestras bicis.

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Consejos finales

Para la elección de un potro de bicicleta, tendríamos que tener en cuenta los factores que relacionamos a continuación y en este orden:

• El tipo de bicicletas que vayamos a manipular, con especial atención al peso máximo si vais a usar bicis eléctricas.
• La intensidad de uso y la complejidad de las operaciones
• El espacio disponible
• Y el presupuesto que destinemos, que debería ser coherente con las necesidades, para evitar sorpresas desagradables.

Os aconsejamos no caer en el error de comprar un potro solo por el precio, que luego sea inestable trabajando con él, o que no ofrezca una posición adecuada para operaciones mecánicas complejas.

Por supuesto, podréis encontrar el potro adecuado en tiendas Mammoth y en mammothbikes.com, así como un amplio catálogo de herramientas y productos para vuestra bicicleta.

Con todo ello y los más de 600 vídeos que encontraréis en nuestro canal de Youtube Mundo Mammoth, el mantenimiento de vuestra bici se puede convertir en un afición muy agradable para vosotros y para vuestro bolsillo.