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El frío no debería frenarnos. Te explicamos cómo usar el sistema de capas para tus salidas invernales con la bicicleta.
Cómo elegir bien la bici para tus pekes y hacer que sus pedaladas infantiles sean una experiencia feliz, segura y llena de ilusión.
Su primera bici. Foto: WoomHay un momento en la vida de una familia en el que es más difícil saber quién es más feliz, si los papás o los pekes.
Ese momento, un verdadero rito de iniciación, llega el día en el que la mamá o el papá, continuando una cadena de transmisión de generaciones, enseñan a montar en bicicleta a sus niños.
Los recuerdos de la infancia, a veces, se difuminan. Pero es muy raro encontrar a alguien que, en edad adulta, haya olvidado ese importante momento.
Además de la felicidad familiar, es una forma perfecta de que los pequeños descubran cosas tan buenas y que tantas satisfacciones pueden darles en la vida como el aire libre y el deporte, y de que, sin darse cuenta, su cuerpo descubra el equilibrio y la coordinación.
Por no decir que, ante la diversión y el asombro que sienten, es una buena manera de hacerles descubrir de forma fácil y sencilla valores importantes como la independencia, la autoestima y la recompensa del esfuerzo.
Diversión en movimiento para toda la familia mientras descubren el mundo. Foto: Mammoth“De niño, tenía un sueño: quería tener mi propia bicicleta. Cuando me la dieron, me sentía el chico más feliz de Liverpool, quizás el más feliz del mundo. La mayoría de los niños dejaban sus bicicletas en el patio durante la noche. Yo no. Insistía en guardarla dentro de casa. La primera noche que pasé con ella, la metí en mi cama”. (John Lennon, músico).
Podría pensarse que, ya adulto consagrado, alguien como John Lennon afirmaría que el mejor regalo de su infancia y adolescencia fue la guitarra Gallotone Champion que le regaló su hermana Julia, y que tanto marcó su vida. Bueno, si nos ponemos, en realidad, la de casi toda la humanidad.
Pero no. Lo que verdaderamente marcó su infancia fue...su primera bicicleta.
Y es que la alegría familiar e infantil no es solo por el aprendizaje y la diversión. La bici es el regalo que, generación tras generación, más ilusión ha hecho, y sigue haciendo, a los niños pequeños.
Los tiempos cambian. Pero la felicidad de la primera bici permanece.
Por eso os hemos preparado unos consejos para elegir bien la bici adecuada para cada edad y hacer que esa primera experiencia, esa enorme ilusión, sea memorable. Una bici que convierta a esa niña o a ese niño en un ciclista para toda la vida.
”Hay algo como mágico, simbólico, maravilloso, fantástico en el modo en que los niños aprenden a montar en bicicleta. Pues aprenden a montar solos. El adulto solo tiene que dar un empujón y, el niño que cinco segundos antes no sabía montar en bicicleta, de repente sabe. Es como si el cuerpo del niño conectara con la bicicleta, y la bicicleta, a su vez, se animara con el vitalismo infantil”. (Jordi Carmona, filósofo)
Es importante que sea el niño o la niña la que decida cuándo empezar a pedalear.
Foto: TrekLos adultos podemos motivarles y animarles para que se enfrenten al reto y empiecen a disfrutar de la magia de montar en bici en equilibrio, pero nunca forzarles; si el niño no se siente seguro, si no quiere, solo necesita que respetemos sus tiempos.
Ese momento podrá llegar a partir de los 2 años y medio...siempre con ayuda. Normalmente, hasta los 4-5 años, no podrá aprender a montar solo pedaleando y en equilibrio.
Sobre esto, sobre cómo enseñar a montar en bicicleta, os invitamos a ver este vídeo. Así entenderéis perfectamente la diferencia entre bicis con ruedines y las nuevas Push Bikes andadoras, que permiten aprender de forma mucho más natural.
Lo primero: las bicicletas para niños no solo se diferencian en el tamaño general. Tienen otras características propias.
Decimos esto porque, a veces, hay padres que deciden que, a partir de cierta edad y altura, si le compran una bici de BMX, o una talla pequeña de una bici de montaña de adulto, pueden apañarse, y así seguir usándola una vez llegada la adolescencia.
Suele ser un error común. Efectivamente, el cuadro es más o menos adecuado (más menos que más)...pero, entre otras cosas, su hija-hijo tiene serios problemas para frenar. Las manetas grandes están diseñadas para manos adultas, y las manitas infantiles difícilmente llegan a ellas.
Por eso, hasta que no tengan un desarrollo avanzado, es bueno que sus bicis sigan siendo infantiles.
Para elegir una bici de niño, y por orden:
Lo explicamos:
En las bicis infantiles, la talla se define por el tamaño de la rueda.
Las hay de 10, 12, 14, 16, 18, 20 y 24 pulgadas, llegando algunas marcas hasta las 26 pulgadas.
Algo muy importante: la elección de talla de bici correcta para cada niño hay que hacerla según su altura, y no según su edad. Suele haber diferencias en el desarrollo y crecimiento de las criaturas, y así se evitan problemas.
Para facilitar las cosas, hemos creado esta tabla en la que se indica la relación entre la altura y el tamaño de rueda. También incorporamos el rango de edad media para esas alturas, según el percentil medio en España.

Teniendo en cuenta que, al dar el paso a bici adulta, es el tamaño y la geometría del cuadro, y no el tamaño de las ruedas, lo que determina la talla.
Ya hemos dicho que no sirven bicis adultas. Pues bien: tampoco es buena idea forzar las tallas.
La talla de la bici tiene que ser adecuada para su edad y altura. No se debe caer en el error de comprar una bici más grande para que les dure más tiempo, o estirar más de la cuenta una bici demasiado pequeña para ellos.
Una talla o tamaño incorrectos de la bici pueden ser la diferencia entre una experiencia memorable que convertirá a los niños en ciclistas o una experiencia desagradable y hasta peligrosa.
Por motivos económicos, suele tenderse a apurar los cambios, o a adelantar tallas. Pero hay que tener en cuenta que, al usarse poco tiempo, quedan como nuevas, y pueden aprovecharse para hermanos, familiares y amigos.
Por supuesto, también revenderse de segunda mano, y recuperar buena parte de la inversión.
Su primera bici. Foto: MammothSuelen usarse entre los 2 años y medio y los 3, que es cuando pueden empezar a aprender, aunque probablemente aún no podrán pedalear ni mantener solos el equilibrio sin ayuda de sus bicis especiales. Estos modelos son los de ruedas más pequeñas, entre 10” y 12”. (Si se aprende a más edad, habrá que buscar diámetros de rueda mayores).
Es el tiempo de aprender a mantener el equilibrio y a manejar la bici. Algo que, una vez aprendido, jamás se olvida.
Hay de dos tipos:
Tradicionalmente se han usado los ruedines para las bicis para pillar el truco a la dinámica del pedaleo y la frenada.
Bici con 4 ruedasUna vez dominada, llega al momento de la verdad, ése en el que hay que enfrentarse al reto de mantener el equilibrio sin ruedines. Primero con un adulto sujetando la bici por el sillín hasta que, como por arte de magia, de repente se suelta definitivamente...y la criatura vuela sola, como si estuviera hecha para eso.
Las bicis de 4 ruedas, evidentemente, funcionan. Somos generaciones las que hemos aprendido con ellas. Pero todo evoluciona, y hoy hay otras alternativas.
Son las bicis andadoras. Son una alternativa más fácil, rápida y natural para para adquirir las habilidades de equilibrio y coordinación necesarias para aprender a montar en bici.
El proceso es el contrario:
Push Bike Andadora. Foto: WoomLas ventajas son:
¿Y las desventajas?
Tienen una: Con una bici de ruedines, al quitarlos, no tenemos que cambiar la bici…aunque es algo que muy pronto tendremos que hacer de igual forma, por el natural crecimiento de nuestros hijos.
Muchos niños disfrutan enormemente con estas bicis hasta que llega el momento de una talla mayor, con la que aprenderán enseguida el pedaleo. Así que desaparece el problema, porque se cambia a la vez que la de 4 ruedas.
Ya han aprendido a montar solos, manteniendo el equilibrio sin ayuda. Además, han crecido y la bici de 10” pulgadas ya no les sirve. ¿Qué bici viene ahora?
A partir de los 3 años y hasta los 6-7 años, necesitarán bicis con ruedas entre 14” y 18”, según el desarrollo de cada niña o niño y de su altura. Con ellas, empezarán a montar en bici de verdad.
En qué fijarnos:
Debe permitir que el niño pueda apoyar los pies en el suelo sentado en el sillín, pues, en esta fase, lo más importante es la seguridad, la diversión y la confianza del niño.
De momento, la bici es un juguete, y no hay que preocuparse por factores biomecánicos y de eficacia que tiempo habrá de tener en cuenta.
Los puños y los mandos de frenos y cambios deben de estar adaptados al tamaño de las manitas de los niños y a su fuerza.
El uso cómodo de estos mandos facilita el control de la bici y garantiza la comodidad y la seguridad del niño, por eso es importante prestarles atención. Si, con nuestras manos y nuestra fuerza, probamos mandos que nos cuesta manipular, no son adecuados para ellos.
El peso de la bici también marca grandes diferencias en la facilidad de uso para los niños y es el punto débil de la mayoría de las bicis infantiles, cuyo diseño y elección de materiales suelen atender más a razones de precio que de ligereza. El precio de una bici ligera siempre es superior, y es entendible que busquemos gastar lo menos posible en bicis que nuestros hijos no van a usar más de dos o tres años, en la mayoría de los casos.
Pero también es cierto que una bici ligera es mucho más manejable y necesita menos fuerza de nuestros pequeños ciclistas para moverlas, aumentando su control y su disfrute.
Para los niños, la estética de la bici es tan importante o más que para un adulto.
Hay que encontrar la que sea de su talla, la que tenga los componentes adecuados. Pero también es importante de que la bici le parezca muy bonita y se enamore de ella.
La usará más a gusto y será más feliz.
A partir de 4 años.A partir de los 7-8 años, más o menos, los niños empiezan a ver en la bici algo más que un juguete para pasear en las aceras y en el parque. De repente, se convierte en un medio para descubrir con asombro el mundo que le rodea. Sobre todo si su familia es ciclista, empezará a sentir atracción por salir de su entorno más cercano y vivir aventuras con ella.
Ya necesitan “bicis de verdad” con ruedas de 20”, 24” y 26” pulgadas, que son el paso previo a su salto a las bicis de adulto. Hay cosas que empiezan a tener casi la misma importancia que en las bicis de los mayores:
En las bicis de 20” a 26” pulgadas, sigue siendo igual de importante elegir la talla correcta. Pero se da un paso: si el niño ya se plantea salidas más largas y ha ganado destreza montando en bici, ya no hará falta que apoye los pies en el suelo desde el sillín. Bastará con que:
Con esto será suficiente para que se sienta seguro, pero ya adoptando una buena posición de pedaleo que mejorará su conducción y su eficacia para distancias más largas….siempre acordes a su edad.

Empiezan a aparecer elecciones comunes con los adultos. ¿Qué tipo de bici elegir? Pues, como en el caso de los adultos, dependerá del uso más frecuente que se le vaya a dar.
Además, el estilo de estas últimas gusta mucho a los niños. Y la oferta de ellas es enorme y tendremos una gran variedad de marcas donde elegir.
Una cosa: además del problema de los frenos, las bicis de BMX no están pensadas para pedalear durante kilómetros o seguir a los adultos en excursiones por el campo. Su uso es específico para circuitos de BMX, pump track, dirt, etc.
En la transmisión, predominan los cambios de 7 y 8 velocidades que se combinan con todas las opciones de plato, según el modelo.
El número de platos y piñones está directamente relacionado con la gama de la bici, pero, en lo posible, somos partidarios de reducir los platos, salvo en aquellos casos en los que se vayan a rodar por terrenos muy escarpados.
¿Por qué? Porque, en la práctica, son muchos los niños que, por simplicidad, solo usan los cambios traseros.
En las bicis infantiles de MTB de 20” a 26” pulgadas ya podemos encontrar suspensiones, aunque, casi siempre, solo delanteras. Salvo en modelos de gama alta, los amortiguadores traseros son simples muelles que no cumplen su función y solo aportan peso extra.
Hay que mirar que la horquilla tenga utilidad, y que no sea un simple adorno que no aporta nada, excepto peso. Eso sí, y volviendo al gusto del niño, la horquilla puede hacer la bici más atractiva para ellos (se parece más a las bicis de los adultos, y se sienten importantes).

A partir de los 7-8 años, aumenta el tamaño de las bicis y la dificultad de sus recorridos. Así que el peso de las bicis es aún más importante que en las de menor rueda.
Y es que, pensad esto:
¡Como si nosotros montáramos una bici de 40 kg!
Una vez elegida la bici, tenemos que completar el equipo de nuestros hijos para garantizar su disfrute y, sobre todo, su seguridad.
El casco es fundamental. Nunca deberían montar en su bici sin él.
Es un elemento de seguridad que puede evitar lesiones importantes y, en su compra, no deberíamos mirar el precio tanto como en otros componentes.

¿Nuestro consejo? Elegid un casco:
Si al niño le resulta cómodo y, además, le gusta y se siente bien con él, será mucho más fácil convencerlo de que lo lleve siempre.
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