Candados para bicicleta

Hay varios tipos de sistemas, con diferentes tecnologías, comentamos aquí los más usados. Obviamente, los distinguirán también los materiales con los que están construidos, junto a otros muchos factores, como el grosor de cables, cadenas y tubos.

Las soluciones tecnológicas más avanzadas cuentan, incluso, con sistemas de seguimiento y alarma, para poder optar a la recuperación de nuestra preciada máquina.

No hay un candado irrompible al 100%, pero la forma en que están construidas las cerraduras, uno de los puntos más vulnerables, puede marcar las diferencias y el nivel de seguridad comentado.

1. Candados en U para bicicletas

   El candado en U es uno de los sistemas más seguros, cuando están fabricados con materiales y tubos de calidad. Entre los posibles inconvenientes están el tamaño y peso de este tipo de candados que pueden llegar a tener un nivel de protección muy alto. No es un tipo de antirrobo adecuado para bicicletas deportivas, como las usadas en cicloturismo y mountain bike.

   Hay candados de esta categoría casi infalibles, como el antirrobo Kryptonite New York U-Lock M18-WL. Este candado con barras de 16 mm ofrece el máximo nivel de seguridad, para ser usado en zonas conflictivas, en la urbe. La cerradura tiene sistemas patentados contra varios posibles ataques o amenazas.

2. Candados de cable y candados de cadena para bicicletas

   Los candados de cable están blindados con rótulas, habitualmente de acero reforzado. Todos conocemos los antirrobos conocidos como “pitones” para las motocicletas. Los cables y cadenas para bicicletas tienen ciertas semejanzas con estos, pero están adaptados a las particulares necesidades de los ciclistas. Para proteger la relativa fragilidad de las bicicletas, los cables tienen fundas de materiales blandos de plástico o vinilo.

   Una importante ventaja de este tipo de antirrobos es que son relativamente flexibles y más versátiles que, por ejemplo, los rígidos candados en U

3. Candados plegables para bicicletas

   Una clase interesante son los candados plegables para bicicleta, articulados con barra de acero, con varias de ellas unidos en puntos articulados. Tienen, en general, un tamaño compacto y aportan flexibilidad en un peso contenido. Un buen ejemplo sería el Abus Bordo Granit X-Plus 6500/110 SH. Pueden ser transportados en la bicicleta, en una mochila e, incluso, en algunos pantalones para ciclistas.

   Hay candados plegables con niveles de protección medios y altos, con posibilidad de ser comprados con diferentes longitudes, según la necesidad de cada bicicleta y ciclista.

4. Cable antirrobo para bicicletas en espiral

   Son ideales cuando tenemos que abarcar varias partes o accesorios de la bicicleta. Consisten en un cable en espiral recubierto como protección para la propia bici. Se pueden encontrar con sistema de apertura por combinación de varios dígitos, de llave convencional e, incluso, sin cierre para añadirlos a candados de otros tipos.

   No son los que tienen un nivel de protección más alto, dependiendo del grosor de su cable de acero interior, ya que pueden ser cortados si el ladrón porta herramientas para ello.

5. Antirrobos integrados en la bicicleta

   En realidad, son sistemas que hacen algo más complicado mover la bicicleta, pues inmovilizan normalmente la rueda trasera. Para una rápida parada pueden valer, pero no pueden ser considerados como una forma de evitar una posible sustracción de la bicicleta.

6. Accesorios para antirrobo en trasteros y otras instalaciones

   Los candados de la marca Abus tienen sistemas para anclar la bicicleta a las paredes o el suelo de instalaciones como garajes y trasteros. Equipan tornillos especiales antirrobo de gran resistencia que complican, en cierta medida, el poder sacar el material de las instalaciones a los amigos de lo ajeno.

Es importante elegir un buen lugar al que anclar la bici con el sistema antirrobo o candado puesto. Además, es preferible hacerlo en un lugar con cierto paso de personas, que pueden advertir de un posible robo de la bicicleta o sus componentes. De nada sirve usar un extraordinario candado si eliges una localización deficiente.

Una buena práctica es encadenar siempre el cuadro de la bicicleta y una rueda. En el caso de tener más de un candado o cadena, sería conveniente asegurar la otra rueda, pasando también el segundo candado o cable por esta rueda y el cuadro.

Nunca pongas el candado o antirrobo solo en una de las ruedas, pues de esta forma la parte más valiosa de la bicicleta estará totalmente desprotegida. Si solo candas el cuadro, lo que queda desprotegido son las ruedas, por eso decimos que lo mejor es unir con el candado y una rueda al atarlos al elemento fijo y robusto que hayamos elegido.

Si candamos varias bicicletas, una buena práctica es encadenarlas todas unidas, así complicamos la posibilidad del robo por el peso del conjunto y la dificultad de la maniobra.

Y es mejor no dejar el candado apoyado en el suelo, pues esto puede facilitar al ladrón su tarea para romperlo y abrirlo.

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